Hay un joven leyendo,
acerca de la revolución cubana.
Solicito permiso para disparar,
¡Señor!
Mis manos son rojas,
y tengo un nudo en la garganta
solicito permiso para llorar.
¡Señor!
Tengo sueño y mis párpados se cierran,
solicito permiso para dormir,
¡Señor!
He asesinado inocentes
y no puedo vivir con eso,
sólo seguía órdenes.
Solicito permiso para morir.
¡Señor!
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