cómo para ganarte
ese manto de mártir.
Fuiste lo que más he amado
y simplemente no podías
permitirte lastimarme
siendo completamente honesta.
Te agradezco por haberme
cuidado de tu verdadero rostro.
Hiciste lo necesario para
que tu partida no me doliera
y debió dolerte demasiado
ocultar toda tu mierda
mientras mi mundo ardía.
No sé cómo esperabas
que tomara tu palabra.
Lo meno que pude hacer
fue haberme contenido
y eso es de lo que de verdad
me arrepentiré por siempre.
Sigo preguntándome cómo
es que te dejé convencerme
de que yo te importaba.
Al menos ese discurso de mierda
no volverá a surtir efecto
y desde entonces soy un poco
menos asquerosamente patético.
Fuiste tan importante...
Supongo que el final feliz
que tanto esperabas
está lejos de llegar.
Imagen generada por I.A.
https://dream.ai/create