convertirme en ésta enfermedad
sin embargo mi sangre
es cobarde y traicionera.
La plaga que juega
con tu absurda voluntad.
Escucharte llorar por sentirte
démasiado inpoténte
es absurdamente cotidiano.
Simplemente me aburre
ver cómo es que reclamas
tu relevancia atravez
de una absurda deidad.
Vúelve a decirme que
hablas con rocas estelares.
Cómo si acaso ese supuesto saber
te pudiera salvar del olvido eterno
al que estámos destinános.
No importa lo que hagas
ni cuánto inténtes escapar
simplemente no puees soportar
tu verdadera insignificancia.
No déjaré que tus terrores
definan el resto de mi vida.
Y es que al final del día
lo único que importa es aquella
liberadora insignificancia.
Imágen generada por I.A.
https://dream.ai/create