cuánto quisiera verte
sonreír de nuevo.
Nada en mi vida
vale lo suficiente.
Pudiste verme
alejado hace mucho
y ahora me encuentro
bastante cerca
de tu corazón.
¿Puedes sentir mi tacto
en el frío ártico?
Dame una probada
de tu cálido aliento
antes de seguirme.
Los dioses oscuros
claman sangre nueva.
Puedo reconoces
la pureza que guardas
en lo más profundo.
Ya nada puede salvarte.
Algún estúpido simpático
debió mostrarte una mentira.
Deja entonces mostrarte
aquello que tanto
te has encargado
de intentar ignorar.
Tu belleza nunca
estuvo ausente
de oscura crueldad.
Deja de cantar
poemas románticos
que bien sabes
el precio que hay
sobre tu cabeza.
Mi gélido aliento
aguarda cortarte
una vez más.
Así que no esperes
clemencia alguna.
No la tuviste connigo
en aquel momento
en que me dijiste
que me encañabas
con cinco cabrones.
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