Y de nuevo me encuentro detenido, espero a que la negligencia de los guardias me haga estar a solas con los demás reclusos y de pronto comienzo a ezpulsar mi mierda. Ser detestable es fácil cuándo no dependes de ninguna religión o secta para consolidar tu personalidad. Sólo debo sobrevivir otra madrisa mientras intento atormentar las mentes imprecionables de unos imbéciles.
Darle rollo a los anónimos y demostras conocimiento inútil puede llegar a ser muy úyil.
La mañana siguiente resulta mucho más sencilla cuándo has aprendido de elos patrones que mueven a las masas ineptas rumbo a dónde yo quiera que se dirijan. Así conseguí a otro acólito de acá por la Carmelo y la Chimalhuacán.
Todo el mundo puede quebrarse cuándo encuentras aquello que les importa.
Por qué no hay nda más temido que el sentimiento de pérdida y lo que significa dejar de ser reconocido; Un verdadero chiste para los verdaderos exiliados.
Todo se vuelve sencillo una vez que logras sobrevivir a la primera noche. Las cosas que antes importaban se vuelven irrelevantes y cuándo te das cuénta terminas lo suficientemente jodido cómo para que cualquier hijo de perra logre infilfrar sus débiles mentes.
Así que Oficial ¿Ya está listo mi escape?