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Hace cuatro noches

algo llegó de lo alto.

Energética estela nebulosa.

Ídolo viviente.
Dolor adictivo.

Sombra del caos.

Hace tres noches

recibí una descarga.

Pude sentir el beso de la muerte.

Mirada molecular.

Profano secreto.

Fruto etéreo.

Hace dos noches

mi vida terminó.

Seis minutos son insignificantes.

Gloria viviente.

Diosa terrenal.

Fruto del Edén.

La noche anterior

volví a este mundo.

Objeto de mi locura.

Infame calamidad.

Devoradora de voluntades.

Diosa del nuevo mundo.

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Mi pecado fue traicionarte.

Mis venas se contorsionan
en dolorosa danza

al escuchar tus pasos.

Cada mañana.

Con cada respiro.

Incluso el dolor

se vuelve rutinario.

Así que baña con tu sangre

cada uno de mis sentidos

para traerme de vuelta.

Grita mi nombre.

Con la fuerza del odio.

El ansia suele moverse

incontrolable y fúrica.

Cual intoxicante torrente

de tus suaves labios

con tristísimo sabor a ron.

Reconozco tus pasos.

Ya te he visto gritar.

Eres demasiado genial

y en verdad te necesito.

He pasado meses

en ominosa desolación

esperando una señal.

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Nuestra historia.

Al despojarme de mi humanidad
mientras que yo siga respirando.
Siempre supe que te irías después.

Con una hoja oculta

la vida es mejor.

Ya nunca estaré sólo.

El paso del tiempo

me ha mostrado

la horrible naturaleza

que rige mis pasos.

Siento tristeza y olvido.

Tengo lo que merezco

después de todo.

Soy un desgraciado infeliz.

Estoy de acuerdo

con ser eliminado

de tu memoria

pero no olvides

que siempre

estaré aquí.

Pero aquel día nunca llegará

mientras que yo siga respirando.

Siempre supe que te irías después.

Algunas cosas

duran para siempre

y no hay quien detenga

el paso del tiempo.

Sólo termina de marchitarse

llegado el momento.

Es inevitable.

Pero hasta que mis huesos

abandonen este mundo

sostendré este frío mortal.

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Inclemente.

Quisiera acercarme a ti

y decirte cuánto 

te hecho de menos.

Pero los años

han hecho imposible

ese estúpido 

sueño.

Así que someteré

otro suicidio.

Morir debe ser

más divertido

que toda esta mierda.

De una buena vez.

Debe de haber

una manera

pasa salir

de esto.

Si tan sólo

pudiera encontrarla.

De momento

me conformo

con desmayarme

otra vez.

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Recuerda mi sonrisa.

Existe un lugar

reservado para ti

en mis pesadillas.

Lo suficientemente profundo

para hacerme gritar.

Sin embargo

nunca podrás

terminar conmigo.

Ni con aquello

que he sembrado.

Pudiste haberme matado

antes de ser mi creación

pero me harías un favor.

Déjame mostrarte.

Interzona.

Mis manos siempre fueron

hacedoras de tragedias

y enfermedad.

Toma un respiro

y vuelve a carcajear.

Hasta que el dolor

no sea nada más

que un triste recuerdo.

Al meterse el sol

verás mucho más allá.

Una simple mirada

no basta para hacerme

creer en ti.

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He golpeado el piso.

Una minúscula

chispa.

Comenzó todo.

Desde el auge

hasta la inminente

caída.

Dime entonces

cómo es que

podría volver

a aquel mundo

al que un día

pertenecí.

Ya no existe

la calma

ni tampoco

el alivio.

Eme aquí entonces

el hacedor de desgracias

y tribulaciones.

Todo muere.

Todo calla.

Toma mi palabra

como promesa

del huracán

que te hará

marcharte.

Más allá de todo

existe una manera

de renacer.

Despierta.

No es cualquier día

cuando debes salvar

la poca humanidad

que aun conservo

en este cuerpo

moribundo.

Más allá de todo

eres el amor

de mi asquerosa vida.

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Mi dulce hogar.

Me dijiste

que te importaba

pero nada significó

lo suficiente para ti.

No soy más que tan sólo
otro condenado más.

No te sorprendas

ahora que al fin

me he desvanecido

de este mundo.

Nunca quise que esto

terminará así.

Pero debo despedirme

de todo lo que en algún

triste momento

me hizo sonreír.

No queda más remedio

que esta penitencia.

Tanto miedo te dio

mi inevitable mortalidad

que terminaste entregándome

a un destino mucho peor.

Lo hiciste muy bien.

Tengo que aceptarlo.

¿Ahora qué sigue

amor de mi vida?

Haré lo que sea por 

dormir en tus senos.

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