Levantar las manos y aceptar
aquello que no he hecho
nunca ha sido mi estilo.
No soy capaz de hacer
aquello de lo que me acusan.
Estoy demasiado viejo
y también lisiado.
Si es que soy inocente
no importa en realidad.
¡Mírame!
¡Sólo mírame!
No tengo nada en este mundo.
Cuando me pregunten como es que
terminé maldiciendo mi existencia
sólo tengo que decir que
alguna vez tuve corazón.
No soy más que un simple perdedor.
No soy yo a quien buscas
cuando las noches se han vuelto
un tormento insoportable.
Eso es bueno.
No me malinterpretes.
Sólo atraigo desgracias.
¿Quién carajos crees que eres
para intentar controlar mi sueño?
Eres estúpida o simplemente
no puedes ver más allá
de lo que a simple vista se ignora.
Se supone que el simple soy yo.
Estoy tan débil y cansado
que nunca podría atreverme
a levantar mi voz en ira
ni cometer tragedias.
Al fin lo lograste.
Estoy acabado.
