Te encuentro derrumbada
cual animal muerto
bajo las fétidas cloacas.
¿Cómo llegamos aquí?
Con mis manos manchadas
y tu rostro petrificado.
Tu escancia no es más
que un fluido pululante
negruzco y fétido.
Aléjate lo más que puedas.
No soporto tu voz
ni tu presencia.
Dime qué necesito
para lograr repelerte
de una buena vez.
No quiero cargar contigo.
Mis venas infectadas
claman tu nombre.
Quisiera volver a casa
pero toda ambición
por fin se ha ido.
Estoy completamente perdido.
No existe salvación para
bastardos como yo.
Por más que quiera
no puedo volver a dónde
sólo quedan cenizas.