Silencio.

Volví a tener
las terribles visiones
sobre los bata blanca.

Donde
una carcajada
es un delito
y el llanto
se castiga
con crueldad.

Nunca titubé
al encaminarme
hacia el Averno.

Un idiota
de título
ridículo
ha dictado
mi destino.

Mira mi rostro
e intenta no enfermar
junto conmigo.

Viví bajo
aquella sombre
durante
demasiado
tiempo.

Pretendo no poder
escuchar las voces
que habitan mi mente.

Lo que
nadie podría
sospechar
era aquello
que sucedía
al anochecer.

Los dementes
nunca tendrán una voz
que sea escuchada.

Virtud perdida.

Olvidado en las penumbras
que los demonios habitan.

De la ira brota una blasfemia
de voz rasposa y opaca.

Los dioses tienen
la pésima costumbre
de olvidar a sus creaciones
egoístas y crueles.

Tan imperfectos
y carentes de sentido.

Celestiales bastardos.
sádicos y pretenciosos.

El universo es testigo
de las carcajadas cósmicas
de aquellos entes que habitan
fuera de nuestra comprensión.

Esperando que sólo se trate
de otra alucinación.

Tan cegados por
su propia inmundicia.

Desapego.

Ahora que tu nariz
sangra sin control
y me importa una mierda
tu inminente caída.

Recuerda cuando quise
poner mi vida
en tus manos.

Sé lo que pretendes
esconder con este
patético orgullo
y no te juzgaré.

Tus labios se mueven
pero no hay palabras
que valgan la pena.

Cada día que pasa
enfermo un poco más.
Lo siento pero
no puedo seguirte.

Creer conocer
el frío tacto.
de la absoluta soledad.

Recuerdo cuando
solía aterrarme aquello
a lo que tanto proclamas
haber conquistado.

Caí en esta tormenta
demasiado tiempo atrás
como para que
logres engañarme.. 

01:84

  Viajo
hacia el final
 de un anochecer
más profano.

Un obscuro horizonte
             me envuelve
      en delirios
de calma.

  Todo aquello
       es sólo una mentira
   que necesito creer.

He perdido la cordura
      y al mismo tiempo
encontré la verdad.

     Sólo hay vacío
 dónde me veo
eternamente
        aprisionado.

Siento en lo profundo
   que esta historia
 no debería terminar
de otra manera.

 Estoy tan cansado
            de esperar eternamente
        a la triste muerte.

Pero sólo hasta entonces
             encontraré
   el sueño eterno.

Cierra los ojos.

He roto el velo
que el olvido
ha tejido
sobre la silueta
de tu rostro.

No podría vivir
con el recuerdo
de todo aquello
que he perdido.

Descansa; por siempre
en mi memoria.

Hasta el día en el que
termine de desmoronarme.

Sé que al final
cuando caiga
la noche
estaremos de nuevo
en el mismo lugar.

Apartados por
el enorme vacío
que el desprecio ha dejado
detrás de sí.

Esta es la única manera
en la que estarás a salvo.

Del terrible monstruo
que habita en mi interior.

Dulce muerte.

Nunca fue tan sencillo
perder las esperanzas
que el mañana impone.

Sólo basta
una mirada.

Seguiré mi camino
entre miles de sombras
y días perdidos.

Sin sentido
ni conciencia.

El tiempo se ha ido
al igual que la nostalgia
y la gloria.

Sólo queda
una silueta.

Seguiré aquí
en esta tierra moribunda
y estéril.

Entre llamas
heridas y arena.

Descanso final.

Vi al sol ocultarse
antes de tiempo
sin que nadie más
lo notara.

Tal vez sólo
estoy cansado
de buscar
una salida.

Sólo existen las sombras
que lentamente consumen
lo que solía ser yo.

Tu que no reconoces
tus verdaderos miedos
dime como lograste
perderte por completo.

Quisiera terminar con todo
y no volver a permitirme
sentir algo de nuevo.

Arrancar de raíz
todas mis memorias
Sin importarme dejar
sólo un cuerpo vacío.

Apartado del todo.
Vagando eternamente
en densas penumbras
y silencio perpetuo.