martes, 24 de septiembre de 2019

Sin piedad.

Puede que no
se trate de lo ideal
y que esté un poco enfermo
pero no quiero detenerme
hasta llegar a morir.

Mi mente puede llegar a ser
un poco traviesa pero te garantizo
que soy inocente.

"No sé nada
sobre los gritos
que la noche olvidó
ni tengo nada
que ocultar."

Me gustaría pedir ayuda
pero la diversión llegaría a su final
y no quiero detenerme.

Después de todo
al fin me he vuelto loco
y no tengo nada que perder
o al menos nada que
me importe.

No pretendas
que el escucharte gritar mi nombre
hará que me detenga.

Sobredosis.

Deja de mirarme
con aquella lástima hipócrita
que tanto adoras.

Ya has dicho antes
que no hay nada que puedas
hacer para ayudarme.
Y es verdad.

Así que guarda silencio
mientras me enfrento
a mis demonios internos.

¿Que es aquello que
te atormenta cuando abres
los ojos?

No existe dios alguno
que pueda salvare
de aquello que se arrastra
por las noches.

Parece que estoy tan perdido
que no me importa
lo que las voces puedan decir.

Las puertas del manicomio
han estado cerradas
durante demasiado tiempo
y es hora de salir.

Este puede llegar a ser
el comienzo de una nueva era
un poco más caótica.

lunes, 23 de septiembre de 2019

Desidia.

Dejó de importarme
lo que el futuro dictase
cuando me enteré
que es sólo un bastardo más.

Unas cuantas
rocas en el cielo
ya han escrito
esta triste historia.

Quisiera permanecer
completamente ciego
ante cruenta realidad.

Pero lo cierto
es que no tengo
esperanza alguna
ni remedio.

Sólo me queda implorar
que el infierno me reciba
con los brazos abiertos
y una larga condena.

Estoy demasiado cansado
de buscar un lugar para mi
lejos del asilo.

Sé que volveré.

Recuerda que sólo somos
un par de almas
deambulando en medio
de la nada eterna.

Esperando
impacientes
por encontrar
un camino
de regreso.

Debajo de los relámpagos
un par de malaventurados
terminan volviéndose a encontrar
y reviven la pesadilla.

Gritos inconsistentes
enmascaran
aquel patético
sentido
de pertenencia.

No importa cuanto
intendentes encontrarme
nunca sabrás donde
he estado.

Durante tanto
tanto tiempo.

Verás, soy un desconocido
incluso para
el ojo celestial
y arrogante.

domingo, 22 de septiembre de 2019

Nudos de tela.

El afecto vespertino
en la que cualquiera puede caer
ser hipnotizado
y vender su alma
por menos que nada.

Dejen a los lunáticos
abandonar este mundo
si es su deseo.

Día y noche
hemos de ser atormentados
por las luces.
Sólo queremos
apartarnos del todo.

No entiendo por qué
no hemos de ser tan
libres como cualquiera.

Conozco a un par
de desdichados observadores
que desde un pedestal
decretan como
se supone que debamos vivir.

Hay quieren recorren
tierras fuera de nuestra
limitada comprensión.

Ya es suficiente
con escuchar el agobiante
discurso del sol
como para prolongar
nuestro martirio.

Quizás.

Casi puedo comprender tu miedo
pues la muerte sólo no no es más
que el mayor enigma de este plano
pero el tiempo se encargará
de hacerme comprender el vacío.

Pero muy pronto
dejarás esas dudas atrás
después de un minuto de terror.

Pero todos sabemos que en realidad
mereces un castigo mucho peor
pero no creo que sea posible
encontrar a alguien tan cruel.

Todo habrá terminado
y el vacío será lo único
que puedas encontrar.

Puede que al final del día
el peor castigo sea liberarte
y dejar que tu misma te dirijas
hacia tu peor pesadilla.

Cada despertar es sólo
otro patético intento
por escapar del karma.

Dime como crees que pueda
llegar a decidir ayudarte
si el espectáculo es magnifico.
Tu conoces muy bien mi precio
y no creo que quieras pagarlo.

sábado, 21 de septiembre de 2019

Marea.

La vida puede llegar a ser peor
cuando observas tu pasado
y este te muestra los vástagos.

De las tormentas pasadas.

Sólo otro mal recuerdo.
Un trago me hará olvidar
y todo pasará muy pronto.

Ya estoy acostumbrado.

Pues si algo he aprendido
es que la soledad será siempre
la única que siga a mi lado.

Eso no es tan malo.

Después de todo le debo
mi deprimente y taciturna voz
a la tormenta perfecta.

A quien conserva mi alma.

Mientras me mantenga
con la cabeza en alto
no importará cuanto llueva.

El tiempo me ha enseñado
a soportar crueles tormentas
y frenéticos huracanes.