Cada noche.

Aguarda un poco
antes de que el anochecer termine
no olvides buscarme.

Puedo ver claramente
como es que esta amargura
te desgarra desde dentro.

Sé muy bien lo que es
pertenecer a un mundo distinto
y querer regresar
a un supuesto hogar.

Pero bueno
esto es lo que tenemos.

Quisiera decirte
que esto es sólo otro
de mis trucos baratos
pero es real.

Somos tan semejantes
sólo que aún queda
esperanza para ti.

Destinado a perder.

Un espejo roto
refleja con angustia
como es que
me he quebrado.

Vivo en un recuerdo
tan fugaz como inexistente.

Suena en mi cabeza
un coro de almas
destinadas al eterno tormento.
Absurdos soñadores al igual que yo.

Estoy tan cansado de recorrer
este camino sin fin.

Es una obsesión enferma
la que me mantiene
soportando una y otra vez
las inclemencias del abismo.

Sumergido en susurro de agonía
sin ver salida de este triste delirio.

Silencio.

Me he resignado
al destierro entre sombras
tan lejos como sea posible.

Siempre supe
que nunca alcanzaría los cielos.

He pasado por
tantas noches en vela
y pesadillas vívidas.

Me marcharé a otros tiempos
ante la luz de luna llena.

Anhelando por
alcanzar un sueño
prohibido y distante.

Terminaré con esta insensata
búsqueda inútil.

Es todo.

Fue en aquel
cielo estrellado.

Cuando me hiciste
re descubrir
el jubilo de la vida.

Por primera vez
en demasiado tiempo
el dolor callaba
y pude sentir
lo que es la compasión.

Puedo mirarte a los ojos
y saber que
no estoy solo.

No tengo que
seguir escapando.

Nunca esperé encontrar
un hogar en ti
y ahora te has convertido
en mi único tesoro.

Puede que
tal vez halla valido la pena.

Al llegar a encarar a la eternidad
y sin miedo
conocer mi destino.

E incluso sé
que si el olvido
fulmina mi nombre
he conseguido
lo que siempre he querido.

Ante mis ojos.

Otra noche
bajo estrellas difusa
y una brillante luna
oculta sobre
una densa nube de smog.

Un eco del pasado
aparece
dibujado
entre la sombras.

Puedo ver claramente
como te acercas a mi
pero sé bien que esto
es una triste ilusión.

Acércate sin miedo
no queda
nada
Que pueda perder.

Bajo la arena.

Envuelto en la suerte

sello de un alma en pena.

Sigo el obscuro sendero

en algún momento

ya soplarán los vientos de paz

es demasiado para escapar.

La luz y el calor

con conceptos lejanos.

Perdidos en las arenas doradas

de los buenos tiempos.

No queda nada en este mundo

que pueda hacer

para enmendar

mis innumerables

pecados y transgresiones.

Desquicio.

Invoque los demonios
del odio y discordia.

Entiende que necesitaba
corromper mi espíritu
y convertir mi piel
en frío granito.

A pesar de todo
extraño lo que solia
significar para mi

¿Por qué tuve que caer
en aquella trampa?

Y sacrificar todo
lo que alguna ves
he amado.