viernes, 28 de diciembre de 2018

Frustración.

Me pregunto
si en alguna tierra distante
habrá algún sitio
a que pueda llamar
"hogar".

Me bastaría con servirme otro trago
y un cigarrillo mas.

El licor se mezcla
con mi negra sangre
el mundo se distorsiona y muere.

Desde un obscuro rincón
maldigo en gritos de ira.
La pésima suerte
que he tenido.

Toda mi vida.

Discordia.

Incluso cuando podía ver perfectamente
a la ponzoña carcomiendonos
nunca me importó intentar de detenerla.

Mis esperanzas
ya se han marchado
mucho tiempo atrás.

Es la misma vieja canción
repitiéndose terminantemente
la que llena mi mente con dudas y remordimientos.

Aullaré a la luna
la única compañía
que siempre he tenido.

Tal vez pueda escucharme
y regalarme una lágrima
de frío y hermoso cristal.-

Entre sombras.

Cada noche de necesidad
dentro de mis delirios
al soñar despierto
tumbado entre las hierbas.

Levanto la mano
e intento alcanzar la luna.
El viento atraviesa mis dedos
manchados de nicotina.

A pesar de saber
que nunca podré alcanzarla.
Pretendo acariciar
su dulce rostro.

Más que un simple deseo
eres la única razón
para tratar de respirar
aún después de muerto.

Me parece bien.

Atrapado en este mar de arena
siendo uno mas en esta
deprimente versión de la realidad.

Me aparté del resto
en busca de un refugio.
Esta lluvia
susurra mi nombre.

Enciendo un cigarrillo
cuando creo haber encontrado el fin
un árbol solitario.

Cae nuevamente el agua
y pronto me convierto
en el único bajo la lluvia.

Es entonces cuando
vuelvo a sentir tu esencia
justo aquí. 

Enciendo otro cigarrillo.
La lluvia sigue.
Es bueno verte.

Identidad.

Supongo que al final
simplemente es mejor
borrar esta vida.

Cada día.
Cada noche.
Cada lluvia.

Terminar de una vez con esta farsa.

Dejar de pretender
que algún día
alcanzaré las estrellas.

Y por fin
partir hacia el vacío.

Brindo por...

Al sonar la doceava campanada
y encarar el exilio
del mundo de los vivos.

Desesperado por salir
de este frío confinamiento
de madera y peste.

Bajo lápida de mármol
un corazón negro y fragmentado
el lo que me mantiene de pie
como una bestia hambrienta de venganza.

Tras haberme convertido
en una voz espectral y distante
acudo a una nueva mascarada.

Saludo rostros nuevos
y conocidos también.

Esta noche
todos son completos desconocidos.
Esta noche conocerán
a la siniestra voz.

A la que estoy condenado a contener

jueves, 27 de diciembre de 2018

Ingenuo.

Una vez que te hallas cansado
de todo este ridículo espectáculo
levanta la mirada y observa.

El abismo
es mucho más grande
de lo que tristemente
crees comprender.

Márchate mientras puedas
pues esta obscuridad es sólo
para los condenados.

Es tu decisión
siempre es divertido
dejarse consumir
por las voces angelicales.

Al apagar las luces
los ángeles falsos muestran
su verdadero rostro.

Todo es mentira, lo divino ha muerto.
Sólo quedan cenizas
de lo que aluna vez fue
el palacio de plata.