sábado, 22 de diciembre de 2018

Gota errante.

La vida se había vuelto
un enorme juego de luz y sombras
del que debía escapar.
No me importó dar el paso suicida.

No importa cuanto intente
recordar los buenos tiempos.

Sólo puedo encontrarme
con el momento donde las llamas calcinaron
mi carne pero de algún modo
logré salir con vida.

En mis momentos de desespero
quisiera recordar lo que eso es.

La belleza olvidada
detrás del fuego que me dio vida
cuando sostenía tu mano
y sonreías al escuchar mi nombre.

Tus últimas palabras
fueron mudas para mi.

Te convertiste
en una sombra
que de vez en cuando
emitía ruido blanco.

Convertirme en sacrificio
siempre ha sido mi destino.

Abandonarme en la locura
y perseguir por siempre
aquel momento lejano
de blanca luna.

Recordar cuando tus besos
eran brisa de granizo

Putrefacto.

Puedes dejar esa mentira
he visto la cara del impostor.
Lo cierto es que
es bastante decepcionante.

Temeroso de Dios y de la muerte
como cualquier escoria.

Conozco su nombre.
No me importa
al final no es tan bueno
como para robar mi esencia.

Mi intención siempre ha sido
tan clara como el velo nocturno.

He roto débiles conjuros
y lazos insignificantes.
El fuego ya se ha llevado
toda humanidad de mi ser.

Es justo ahí donde la mente traiciona
de donde he emergido.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Me hace feliz.

Apareció entonces
ante mi, la más bella luz
del cielo celeste.

Su piel se volvía
blanca porcelana
cada vez más
al pasar de las horas
y el día, convertirse en noche.

Al dar la hora más obscura
un blanco espectro
se mostraba ante mi.

Los segundos comenzaron
a alargarse.
La media noche debía ser eterna
o al menos pretender que lo era.

Ante mi se encontraba
entonces mi destino.
En todo su esplendor.

Danzando entre los astros
cual mística figura
alzando el vuelo
hacia lo más alto.

Tubería.

Al pasar el tiempo
me he oxidado.
He perdido
todas mus fuerzas.

Ahora sólo queda
una sombra viviente.

No sé de donde viene
la necesidad
de no ser lastimado.
No de nuevo.

Me he vuelto un hombre de hierro
envuelto en oxido.

Una coraza
vacía por dentro
a punto de desaparecer
y volver  la tierra.

Cubierto por las arenas
del siempre justo olvido.

jueves, 20 de diciembre de 2018

Perdí mi luz guía.

Es hora de dejar salir
a la bestia interna
y terminar con todo
en un último amanecer.

Perdido entre miles
de rostros difusos.

Con el dolor
alimentaré ese perdido
instinto de supervivencia.

Olvido mi culpa
y mi único remordimiento.

Estoy tan cansado de cargar
con esta culpa
pero soy demasiado orgulloso
como para abandonarte aquí.

Dejaré de ser humano
olvidaré esta vida vacía
este desperdicio.

Pasa el tiempo.

Es demasiado difícil
callar a las voces internas
cuando llega
la hora de las brujas.

Grita en ansias de sangre
retumbando en mi interior.

Carcome mi mente desde sus rincones
más obscuros hasta aquella fachada
que es lo que todos deben ver.

Persiguiéndome hasta el fin de los tiempos
sin importar
cuanto intente alejarme
siempre estará ahí.

Así que simplemente
cierra los ojos
y deja a las manecillas
danzar libres.

También debo abandonarte.

He buscado en cada rincón
una razón para no marcharme.

Pero no importa cuanto lo intente
siempre es la misma respuesta
y la misma triste solución.

Sólo tu narcótico aliento
ha de mantenerme
sobreviviendo.

No importa a donde trate de escapar.

En sueños he visto
aquel momento perdido
en los tiempos
que opuestamente existen.

Encajando con esta cruel
imitación de lo que debiera ser real.

Debería dejar atrás
aquellos momentos
donde no solía
doler respirar.