Aletea a las afueras del camino
la siniestra ave de rapiña
mensajera de la sonrisa
oculta en la ciudad.
Cuando escucho
tu nocturno cantar
siempre me pregunto
si por fin
has de venir por mi.
Carcomido en ansias
de conocer a la dama pálida.
Desde lo más profundo
de mi piel
emerge
en una herida profunda.
Un amargo carmesí
se deja derramar
sobre la blanca piel.
Anunciando
la última parada.
la siniestra ave de rapiña
mensajera de la sonrisa
oculta en la ciudad.
Cuando escucho
tu nocturno cantar
siempre me pregunto
si por fin
has de venir por mi.
Carcomido en ansias
de conocer a la dama pálida.
Desde lo más profundo
de mi piel
emerge
en una herida profunda.
Un amargo carmesí
se deja derramar
sobre la blanca piel.
Anunciando
la última parada.