miércoles, 5 de diciembre de 2018

01:43

Giro en la esquina
enciendo un cigarrillo
mirando la calle fantasma.

he de esconder tu sonrisa
en los vapores de invierno

Es hora
desvanecerse
y volver
al submundo.

Cruzo la avenida
como si mi vida no importara
y en la obscuridad
lo cierto es que deja de importar.

Suspiro el humo
del tabaco.
He ahí de nuevo
tu recuerdo.

Saludándome de nuevo
mostrándome el camino.

Culpable.

Mentí tantas veces.
Descansaste tan cerca de mi
interminables noches llenas de llanto
sin embargo nunca pude escuchar tu dolor.
Siempre fuiste insignificante.

No puedo recordar
el amor que nunca existió.

Nunca sentí lo suficiente
como para aferrarme.
No realmente.

Siempre he tratado de esconder
mi culpa y dolor.

Pero ahora que estoy muriendo
el orgullo toma caminos inusuales
haciéndome confesar mis pecados.

No fue sencillo hacer
que la semilla del desprecio brotara en ti.
Aquella manera de mirarme
casi despertó en mi sentimientos de misericordia.

Pero fue demasiado tarde
... ya he sido consumido.

martes, 4 de diciembre de 2018

Perdí.

No hace falta
una cura
he aceptado
mi destino.

Y volverme uno
con los relámpagos.

No fue
hasta tocar fondo
que terminé
enamorándome.

De esta mancha
de esta enfermedad.

No me importa
ahogarme en la obscuridad
consumido
por las sombras.

De algún modo
este siempre ha sido mi hogar.

Profundo.

Lo perdí todo.

Si escuchas este pésimo intento
de pedir ayuda.

Salva mi alma
tan pronto
como sea posible.

Antes de la última campanada.

Antes de caer el telón.

Prefiero morir
antes de volver a perder el alma.
Dispara.

Termina de una vez
con todo este dolor.

Pero recuerda
que siempre
estaré agradecido.

Puedo sentirte.

Recuerdo como solía ser
escupir en la cara del destino
y siempre salirme con la mía.

Solía estar tan ilusionado
ante el brillante destello
que alumbraba mi camino.

Es difícil escuchar
a los vientos del cambio
aullar por las noches.

Hoy tuve la misma pesadilla
ambos, cadáveres putrefactos
bajo la misma tierra maldita.

Destinados a descomponernos
y con el tiempo
volver a ser uno.

A la luz del sol.

En noches de luna llena
de distorsionada realidad absurda.

Vivamos en aquella mentira
donde no me he marchado
ni disipado en la niebla.

Viajamos en calles olvidadas
por el mundo.

Felizmente hipócritas
e ingenuos
dispuestos a darlo todo
por una causa perdida.

Debo volver al azufre
si es que quiero despertar.

Hombre solitario.

Debo aceptarlo
el tiempo me tomó desprevenido.

No he visto la luz del sol
ni sentido el calor vital
en demasiado tiempo.

Y aquella manera
en la que recuerda
como es estar vivo.

Ahogado en la soledad
esperaré a convertirme en polvo.