sábado, 20 de octubre de 2018

Vuela distante.

Habito
cual sombra
en cada
segundo
perdido
en el silencio.

Embriagado en lucidas
mareas
de agua turbia.

Llegaré
al fin
de los tiempos
sólo
para volverme
a conmover.

Colgado en el rincón
simplemente
sé lo que tengo que hacer.

Cuando
volveremos
a inténtalo
y olvidar
el sonido
de los mares
muertos.

Sólo hasta el amanecer.

Seguiré esperado
abandonar
el sueño inalcanzable
es muerte en vida.

He transgredido
en traición
a los viejos ideales
que me solían
mantener de pie.

Quisiera abandonar
esta
inútil cruzada.
Estoy tan cansado
de viajar
por tierra marchita.

Sólo perdido
en sueños recurrentes
obtengo
una oportunidad
de redimirme.

Suficiente recompensa
como para
soportar
la soledad eterna.

viernes, 19 de octubre de 2018

Tal vez mañana.

Atrapado en la difusa irrealidad
tal como al principio de los tiempos
cuando el dolor era
un sutil placer.

He abandonado mi cuerpo
mi mente y la cordura.
En el umbral místico.

Soy viajero de otro tiempo
perdido en los obscuros burdeles
de la ciudad de las luces.
Perdido en todo su esplendor.

Hacia donde me dirige
el parloteo del viento.
Hasta el próximo cruce.

Sólo queda soñar.
Tal vez la próxima ocasión
los jueces del destino
no sean tan crueles.

07:47

Nunca sabré
sobre las
extrañas muecas
que el azul celeste
oculta.

Otra anécdota
perdida para siempre en los anaqueles
del basto tiempo

Sólo queda
ceniza bailoteando
al borde
del destello
de la luz infernal.

Al cerrar los ojos
en un suspiro y contemplar
el turbio deceso.

Una burla
ante el devenir abstracto
sólo una
linda sonrisa
sarcástica y misteriosa.

Recuerdos con sabor
al veneno de los cerezos
y la tibia brisa de invierno.

Te espero...

Puedo ver
las grietas
y el abismo
naciente.

Sueña con el destello
perdido en miles de cicatrices
justo como una pesadilla.

Descansa
ebrio feto
despreciable
escoria.

Oculta en la banalidad
de las cobijas de seda
y aduladores idiotas.

Es fácil
olvidar
el rostro
de la desgracia
vivida.

Sólo queda esperar
que aún exista un mañana
que esperar.

jueves, 18 de octubre de 2018

De camino al sol.

Caer cual pájaro abatido
en picada hacia el agua
naciente
intento desesperado
de salvación.

Despertar
debajo del ancestral
observando
al agua fluir.

Al romper el falso rostro
que una sonrisa
cargaba
como una eterna
penitencia.

Esperar
que al final del día puada
seguir respirando
y volverlo a intentar.

Sólo un poco decaído.

En susurro de recuerdo
se anuncia
la llegada de mi desolación.
Los ecos del ayer.

En cualquier lugar
siempre encontraré
un nuevo amanecer
esperando cegarme
con todo su resplandor.

Pretendiendo salvarme
cuando el abismo
es aquello a lo que tristemente
llamo hogar.

Pero nunca me ha importado
abrir los ojos y despertar
del largo sueño etéreo
de la muerte anunciada
en aliento espectral.