domingo, 23 de septiembre de 2018

Inmensidad.

No hay de que culparse
la suerte siempre ha sido
una maldita perra.

Tengo una buena noticia
para los destellos lunares.

"Gira en contra 
de los tiempos distantes
de atardeceres
en míticos recuerdos
de Gloria." 

Acariciar el velo de la realidad
es tan natural como respirar.

Mantener los ojos
fijos ante la nada
inconmensurable lienzo
de las noches del terror.

XCVlll

Mi alma se muestra incandescente,
mi sonrisa tan natural como mis senos
escapándose como aquellos viejos recuerdos.
Aquella seda guerrera tal vez se atintó carmín.
De cualquier ángulo eras digno de mis pecados,
igual ellos estaban atónitos...

sábado, 22 de septiembre de 2018

Encantado.

En sueño maldito
sin ser pesadilla.
Sólo una de esas luciones
donde el alma grita.

Pude ver a Desdicha
caminando con su vestido
de negra  seda
y tierna voz.

Pude ver la eufórica danza
que sólo la obscuridad ha de conocer.

Pude ver el despertar.

Pude ver la caída
el trágico final
y un poco más.

¡Oh!
Claro que puedes
sentir
esta mirada.

Cicatriz del ayer.

Cobijado en tormentas malditas
las gotas se llevan
un poco de nostalgia a cada paro.

Roca.

Gritando mi nombre
pretendiendo ser escuchado
en la basta espesura
de los bosques suicidas.

Es esta tierra negra
sólo soy un condenado más.

Escondido entre cortezas amarillas
alimentando la soledad
con cada una de estas noches vacías.

Hundido en el misticismo
que Satán me ha ofrecido.

Sólo en esta mente rota
el dolor desaparece
tras la neblina de media noche.

"¡En este circo infernal
eres flor de carroña!"

Sólo son los estragos
del antiguo ritual
donde el corazón se vuelve obsidiana
y la locura espiarse su sabiduría.


viernes, 21 de septiembre de 2018

Fin del camino.

Amaría
amaría poder creer
en el nuevo amanecer.

Amaría saber quien eres.

Al final esta búsqueda de libertad
sólo me ha aprisionado en la locura.

No esperes que me importe
desechar todo aquello
por lo que alguna vez
habría muerto.

La redención no es mi camino.

Olvidé como
guardar añoranzas.
Ha pasado tanto tiempo
desde la última vez
que me importó
la sonrisa
de la señorita Destino.

No queda nada, no para mi.

Espera ansiosa
justo detrás de la cortina
la muerte efímera
llamándome
en fúnebre sala de tortura.

Es hora de partir.

Cáncer.

He visto tantos anocheceres
ya he olvidado como despertar
y abrir lo ojos
ante los misterios del nuevo día.

Cuéntame un poco más
sobre el dolor
la perdida y el desprecio.

Es tan fácil
olvidar los suspiros vitales.
El calor vespertino
el sonido de la sonrisa
y los buenos días.

La herida punzante
no es más que un recordatorio.

Aún estoy vivo, eso es mucho decir.

Aún puedo tratar de gritar
y entre gritos de desesperación
esparcir
la peste que habita 
en mi interior.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Brisa cálida.

En inflamable brisa
la vida vuelve a recorrer
mis venas
enmascarada de desprecio.

Avanzan inquebrantables
los huracanes infernales.

Arrastrando la carroña
entre la tierra
de los espectros perdidos
pronto el fuego llegará.

Devastando lo poco
que aún queda de mi.

Tomaré un segundo
para respirar
justo antes de agonizar a todo pulmón.