martes, 28 de agosto de 2018

Profesa.

Huracán místico
que el destino
depara.

Emergiendo
alzándose
detrás de los rayos
   de sol.

Puedo sentirlo
en la piel
en el aire.

Prometo ser bueno
sólo por un trago
cáliz
    demencial.

Silueta dibujada
en benévolas
visiones.

Llega la vida
a los corredores abisales
sólo queda
           esperar.

Silbido.

Escucharás
mi paso arrastrado
caminar por la lluvia.

Oculto.
Muerto en vida.

Cual simple sombra
sigiloso cazador 
entre calles desérticas.

Donde el susurro habita
más allá de la carne.

Sólo escuchando
el palpitar
y uno que otro tormento.

Habitar la penumbra
como una simple silueta.

En las neblinas
del tiempo espectral
nada parece
llegar a ser real.

Es un camino demasiado largo
tal vez no valga la pena.

Pero no importa
nunca me ha importado
fracasar.

lunes, 27 de agosto de 2018

Catástrofe.

        Suenan
 la tercer
       sexta
  y novena
   campanada.

Las tres de la madrugada
con el viento infernar el el rostro
y la sangre fluyendo.

     Velas
     incienso
     barro
    y agua.
    Lo que sea.

Los demonios deben cantar libres
antes de que pueda tomar lo que es mio
antes de saltar.

   No
 nunca esperé
        esto.

     El filo
  de la
   guadaña.

Visita diurna.

Carcomido por el olvido
debo volver por mi venganza
una última vez
sólo por vendetta.

Perdí mi alma en el abismo.

Tiempo desperdiciado
tratando de mantenerme de pie
pero ¿Sabes?
Esta vida es locura.

Vertiginosos cambios.

Hemos de mudar la piel
para tratar de seguir vivos
al fin y al cabo
no queda nada más.

¿Puedes ver más allá?

Hasta donde la muerte
baila sin cesar en su negro manto
de sombras y tinieblas.
El fruto prohíbo.

Debo despertar.

Es una pena
no hay suficiente vida.

domingo, 26 de agosto de 2018

Caído.

Desgraciado malaventurado
que entre tumultuosos vagones
escondes la sonrisa asesina.

Me arrastro entre los huesos
cual carroñero siniestro
de diente afilado.

Como algún depredador
o presa ilusa...

Descarrilado
encontré
un poco más.

El tesoro que el alba oculta
pero el el tercer ojo
puede observar.

Acogido por las sombras
entre charcos de pasado y tristeza.
Simple recordatorio
de la debilidad.

Sueño opaco.

No puedo evitar
caer
en el ebrio y patético llanto
del lamento.

Cariño
agonizo al saber
que mi voz
es simple silencio.

Entre los mares
de aquella
otra dimensión.

¡Oh! Querida
las cosas cambian.
Ahora
estoy demasiado lejos.

Perdido en el tiempo
atrapado en la tormenta
camino
al infierno.

sábado, 25 de agosto de 2018

Cortina.

Otra noche en vela
con el corazón en la mano

Se ha roto el silencio
con el casi
inaudible pero agonizante grito.

Desde las entrañas
obscuros abismos
donde la luz
nunca aparecerá.

Es hora, el Averno llama.

Al cerrar los ojos
la llama por fin se extinguirá.

El sueño es cruel
cuando la venganza es ley
y dogma.

Sólo puedo apretar la mano
y esperar
algún tétrico desenlace
algo debe hacerme volver.