Atrapado.

Luz impia
fulgor de algún ángel caído
estúpida ilusión
de mi mente retorcida.

Suelta la daga oculta
algo se ha quebrado.

Un fuego alucinante
tras la mirada salvaje
de aquellos ojos
cobre celeste.

He dicho
que me rindo.

¿Que más quieres de mi?

Vengo por ti.

Intenté escapar

lejos

muy lejos de aquí.

Tan lejos como pude.

Después del rechazo

intenté pedir ayuda...

nada funcionó-

Lo siento tanto.

He vuelto una vez más 

para arrastrarme

en el fango del recuerdo.

Felicidades querida.

He venido por ti

el nuevo señor del Averno

reclama tu alma.

Cobre 2

  Sigo
la incierta
 vereda
del
   absurdo.

Trataré de mejorar
si me prometes
nunca irte.

    Estoy en
crisis
   quiero
regresar
    a la
 morgue.

Seguiré mis sueños
si eso crees que
es lo mejor para ambos.

Siempre
   pude
 ver
el cobre.
 
    Soñar
 con
   esa
   sonrisa.

71:20

Sabes bien que las estrellas
son sueños imposibles
para personas como yo.
Dolorosos recuerdos

Se ha perdido
el rubor de la vida
y el silencio.

Es entre los relámpagos
donde tal vez encuentre
aquella última esperanza.
La única que importa.

La mano piadosa
levantando mi cuerpo
ayudándome a caminar.

Hoy no.

En el rojo atardecer

las sombras desaparecen

para traer la obscuridad.

Ya no me importa la obscuridad

hoy no.

No sin aquella figura

merodeando por ahí.

Hasta las maldiciones toman un descanso

para la nostalgia.

No me arrepiento

tenía que eliminarla.

Ya sabes como es eso.

Escapa idiota.

Iluso bastardo con suerte
incluso cuando
has ido bajo tierra
y nos habíamos creído librar de tus lamentos
vuelves a cantar.

Los ecos de la vida
gritan tu nombre.
Malnacido.

Nombre maldito
en la mente debil
nombre sacro en nuevas tierras
y pandemonio
en otras.

Escapa del destino
¿O acaso tienes algo parecido
al... orgullo?

Andar.

Este enfermo mental
condenado a vagar en las
cloacas de los dementes desgraciados
y la carne putrefacta.

Dios nos observa
no le importa.

¿Por qué debería?

Al salir la luna.
mi única compañía
en estos valles infernales llamados
vida.

El siempre maltido
observa.

Se escucha la carcajada..