Showtime!

Espectro de largas cadenas
escuálida figura
largos brazos
y presencia repugnante.

Atrévete a entrar al infierno
trata de acercarte a las sombras
déjate consumir.

Serás idiota
al mecer tus largos dedos sobre mi cuello
apretar con fuerza mi garganta
y chillar.

¡El Averno es mi hogar!

Engendro mal consebido
intento de escoria
atrévete a atravesar mi corazón
no vez que estoy ansioso.

¿Que no vez que no puedo esperar
el fuego eterno
los lamentos y el abismo?

Carcajeando en las eternas llamas
monstruo deforme
no puedo esperar
para el eterno espectáculo.

Imagen generada por I.A.

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The fifth blues

El deprimente sonar
de un viejo blues destruido
atrae a mi dulce obsesión
tan cerca de la neblina.

Se oye a lo lejos
un ronco crujir
el respirar difunto
del hombre condenado.

La muñeca de porcelana viva
sonríe demente
oculta entre la neblina
y la obscuridad del exilio.

Los alaridos resuenan
en este pantano olvidado
donde el veneno
y los días felices son uno.

Aquella excéntrica risa
entra en las venas
acaricia el espíritu
y resuena en el tiempo.

El tiempo se detiene
al acabar los acartonados pasos
al terminar las risas
al saludar la paz.

45:38

Conocí a un perro anciano y medio ciego

su negra y lastimosa figura

        ...un agradable reflejo

                     pelo largo y canoso.

La mirada casi muerta de la bestia

cansada, fastidiado de la vida

aullar triste y melancolico.

"¿También estás muerto, Amigo mio?"

El toser de la noble bestia afirmo

doce tocidos y un largo aullido.

"Entiendo, también quiero desaparecer"

Bestia inquietante

perro ciego y moribundo...

¡Mi hermano!

Necesito una mentira.

He perdido tanto buscando
este inútil y  deprimente intento de blues.
No hay vuelta atrás.

El amor perdido
el eden
del que tenía que escapar
ha sido un enorme costo.

Mira mi triste semblante
observarme rechazar los días soleados
tesoros perdidos en mi memoria
olvidados para siempre.

Debí haber muerto hace tanto...

Me cobijé en el dulce odio
con el rencor como emblema
lejos de la realidad
lejos del sol.

Al pensar en lo hecho
quisiera ser cínico absurdo
poder reír.
Decir cualquier mentira.

Con mi paso arrastrado caminar con ironía
poder fingir felicidad.

Flor.

Oculta dentro del espeso bosque
La flor maldita
seductora en sueños
custodiada por legiones de cuervos, descansa.

En la cómoda soledad
propia de las lúgubres
noches decembinas.
Cuando es suicidio sale a jugar
y una sonrisa diabólica emerge.

Flor maldita del Averno
preciado sueño
distante en la lejanía.
diosa de los poetas malditos
decante y bella.

La más peculiar musa existente
figura obscura, tetrica
acogedora...

Hechizo.

Cobijado entre las telas del tiempo
la visión aparece
tomando mi ardor, mi pena
el pasado, desaparece el dolor.

El simple tacto del viento cobrizo
la belleza de la vida revela
una graciosa bailarina
en el cielo nocturno.

Consume y alimenta
florece entre las constelaciónes
un fuego interno
revive los tejidos podridos.

El camino de la locura
el desvarío de la alegría
un segundo animan al difunto
hombre sin un mañana.

La esperada esencia deciende
hacia lo más profundo
de este nefasto abismo
Debo emerger de nuevo.

En el trance místico
la bruja del este habla
las palabras tocan
acarician el alma.

La vida vuelve a brotar
las cenizas cobran forma
y en una milésima de segundo
El cobre revive la felicidad.

Huesos.

Un andar doloroso
entre los desiertos lunares, fríos y muertos
paso tras triste jadeo
una voz llama.

A penas audible
a penas, real.
Un lamento
desgarrador.

¿Cuantos hemos de caer?
Sometidos a esta... tormenta maldita.

El vacío reclama
la dulce muerte aparece
mi vieja conocida
siempre ausente.

Algún día vendrá por mi
los negros ropaje cubrirán mi rostro
en el beso gélido
la paz por fin vendrá.