Brecha.

El pigmento celeste se niega a ceder sus colores,
quiere jugar al crepúsculo.
Su berrinche provoca un tono rosado en su rostro.
La noche le resiste. Juega a callar.
Tal vez los romances al fin ganaron.

Derrumbe

La dama del lago
escapó de mis manos
llevose sus vapores al amanecer.
Espero...
nada cambia.

Detrás de las puertas
escucha.
El psiquiátrico
tan "esperanzador"
siempre ha sido mi hogar.

Recorrí un largo camino
hacia la desquiciarte
demencia, siempre tan temida.

Siempre un destino
asecha.
Aquellos hijos
de la traición.
Mis hermanos.

13:93

Los sabuesos de Averno
tan implacables
tan deceosos de tener
entre sus fauces
mis tristes interiores.

Vomitaron
la carne, rancia y toxica.
Aúllan
sólo el abismo escucha, siempre es así.

Un simple suspiro
apático y muerto
termina uniéndose
junto
hermosos lamentos.

Celos del sapiens sapiens.

Somos una máquina perfecta o espejo del universo.
Se crean constelaciones en nuestro rostro.
Nuestra fisionomía envidia tanto al espacio que de nosotros, como deseos, comienzan a brotar estrellas de cebo.
Infiernos lejanos,
paraísos imposibles.
Nos ahogamos en anonimatos imposibles...

Harto

Simplemente
estoy harto
de buscar
aquel camino olvidado que lleva
alegría y esa mierda.

Desde el fondo del pantano
puedo ver la escasa silueta del sol.

Al tratar de despertar
cometí mi más grande error
tratando de componer toda esta porquería
tristemente llamada vida.

Quisiera poder respirar de nuevo
y pensar que estoy...
Que de nuevo existo.

Más allá de media noche.

La cola de su vestido presume su esplendorosa vista.
Va repartiendo el sueños antigüos, ilusiones culposas.

Riega alguna especie de miedo reprimido,
todos sonríen con una expresión vouyerista.
Susurra recuerdos rotos y va deshilando vida.

Cuarto blues.

Mesese la doncella
recostada sobre las aguas
del lago justo debajo
del claro de luna
y mirada perdida
entre las estrellas.

Lejos de la risa inmunda
del sofocante verano
hullendo del sol..
Dentro de loas sombras
invoca a los demonios
de la locura y el desdén.

A una tierra de poetas
puedo con vieja carreta
al comenzar el querido invierno
cuando la tristeza
nos llena de dulce vida.
Acercose entonces.

Escuchó de su fama
escuchó versos
teñidos de la más dulce melancolía.
Visitó viejas pulcatas
tiñó miles de colores
Con el dolor como lema.