La dama del lago
escapó de mis manos
llevose sus vapores al amanecer.
Espero...
nada cambia.
Detrás de las puertas
escucha.
El psiquiátrico
tan "esperanzador"
siempre ha sido mi hogar.
Recorrí un largo camino
hacia la desquiciarte
demencia, siempre tan temida.
Siempre un destino
asecha.
Aquellos hijos
de la traición.
Mis hermanos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario