Vuelve conmigo y sufre.

El tiempo, el dolor y el tedio me han mostrado algo bastante diferente a lo habría imaginado y si me das la oportunidad puede que al final encuentres la razón para olvidar mis múltiples trasgresiones. Puede que mis heridas cicatrizadas te hagan ver con otros ojos el tiempo muerto que nos hemos tomado antes de que aquello que solemos llamar "destino" volviera a ponerme frente a ti. Antes de que la desgracia volviera a golpear nuestra puerta.

He cruzado por el abismo que miles de noches cargan consigo tan sólo para poder volver y decirte que al final todo estará bien "Por que yo estoy aquí". Mi sangre manchará el cielo pero al final encontrarás un motivo para darme tu fe. La muerte es tan sólo el abismo con el cual hemos soñado durante centurias de olvido perpetuo. El abismo es lo suficientemente justo cómo para olvidarse de la supuesta inocencia.

Me consume la agonía de saberme fuera de este mundo.

Nunca más podré hacerte daño.

Necesito tú bendición.

Necesito sentir el fuego.

La vida se escapa.

Hay un millón de razones para hacerme querer ver arder este mundo y puedo asegurarte qué encontraré una manera de hacerme con tu alma. Puedo sentirlo. El infierno se acerca y junto con el apocalipsis habremos de encontrar la manera de hacer la inmortalidad mi manera de poder conservarme ante el más oscuro invierno.

Puedes beber mi sangre mientras hago un ritual para consumir la mente de los guardias que me custodian creyendo inocentemente que tan sólo se trata de alguna manera de hacerme retroceder ante mi más grande ambición.

Dame tu alma y voluntad.

Un millón de cortes me hacen merecer uno de tus favores. Ángel de la destrucción. Azatoth primigenio, blasfemia viviente e imperecedera.

Bríndame la capacidad de terminar con aquello que odio con sólo un pensamiento, hazme el apóstol de tu voluntad. 

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