y muy insecable
pedirte que me odies
por el resto de tu vida.
Sin embargo hay una razón
por la que no puedo permitir
seguir sintiendo tu cariño.
Puede parecerte lo peor
pero simplemente no soy
una mierda de lo que
pudiste imaginar.
¿Qué puedo decir si
mis brazos no pueden
cargar mi propio pesa?
Soy tan patético cómo
para decirte que deberías
decir "No" a cualquier intento
pues sólo la miseria aguarda.
Mis pecados gritan.
No tengo esperanza alguna.
Dame una oportunidad
con el revolver que guardas
y prometo que al fin
podrás olvidarte
de mis promesas rotas.
Dame un poco de paz.
Déjame dormir tranquilo.
Tan sólo yo merezco
hacer que mi vida llegue a su fin
y no pienso dejar que nadie más
me arrebate el gusto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario