al que pueda llegar
a sentirme perteneciente.
Siempre habré de ser
un extraño, un paria.
Tan sólo espero que mi vida
pueda llegar a ser mal ejemplo
para que mis niños aprendan.
Yo soy a quien odias.
Yo soy la peste que hará
de la enfermedad una constante
y prometo no irme solo.
Somos parte de nuestra
enorme redención
ante quien solía ser.
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