Necesito tu perdón.

Sin importar el tiempo que ha pasado sigo sintiendo el mismo pesar que en su momento no me dejó descargar la ira que me ha consumido desde que me atreví a arrastrarme ante cualquier migaja que pudieras llegar a soltarme y sin embargo sigue sin llegar a ser suficiente.

Al menos puedo decir que existe un aborto.

Uno lo suficientemente horrible cómo para hacer que mi pasar por tu vida no fuera en vano.

Su mérito ha de tener tal título.

Sé que poco te ha de importar lo que pueda llegar a sentir por ti pero al final del día soy un maldito poeta que habrá de dedicarse a maldecir tu nombre hasta el final de sus miserables días tan sólo porque esa es la única manera en la que aún puedo llegar a decirte que te quiero, te amo y siempre te amaré.

Sufriré cualquier desgracia si impórtame las consecuencias que habré de sufrir.

El precio por la esperanza es justo.

Existe una maldición que nos ha separado de nuestro "final feliz" y sólo necesitamos encontrar aquello que nos ha unido por el tiempo para poder aspirar a llegar a ser libres.

No vale la pena y eso lo sé bien.

Tal sólo quisiera poder llegar a verte y decirte cuánta falta me has hecho en estos últimos años.

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