la verdadera maldición
detrás de esa sonrisa.
Aquella trampa que debí
haber visto hace mucho.
No tengo otra opción
más que simplemente
dejarme guiar por
aquel instinto sangriento.
No me detendré hasta
saber que estás muerta.
Este es el desenlace
al que hemos legado.
No permias
que siga respirando
esta miseria.
No debes preocuparte
por el destino de tu alma.
Sabes que ambos debemos morir
para poder separarnos.
Han sido tantos mis pecados
que no existe manera
en que puedas absolverme.
Toma las cuentas de mi rosario
y vuelve a intentarlo.
Intenta hacer tu magia
mientras te adentras
al corazón de la tormenta.
No olvides este mundo
que es una creación mía.
Y de mí depende el sólo hecho
de que las arenas incandescentes
te pudieran atraer hacia mi.
Recuerda que mi desgracia
es sólo culpa mía.
Han pasado tantas cosas
cómo para hacerme
arrepentirme de nuestra despedida.
Imagen generada por I.A.
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