jueves, 25 de abril de 2024

Pero ya estás muerta.

Tú que me brindaste paz y propósito
en uno de mis tántos malos momentos
y llaces bajo mis piés.

Tu descomposición no me repele.

Tan sólo no puedo obligarme
a perdonarme a mi mismo.

Supongo que es lo más justo.

Mis pecados hablan por si mismos
y en ésta eterna trifulca existe
un vínculo que núnca desaparecerá.

Yo tampóco lo creí posible.

Y puedes creerme cuándo
te digo que lo he intentado.

Más núnca he logrado borrarte.

Sigo intentándo que el alcohol
pueda hacerme olvidar
lo que ha forjado ésta miseria.

Dame un segundo para suicidarme.

No sabes cuánto es que detesto
cada segundo que he pasado.

No puedo dejar e envenenarme.

Puede que mañana nos encontremos
en las puertas del infiern y por fin
podamos comenzar de nuevo.

Imágen generada por I.A.
https://dream.ai/create


No hay comentarios.:

Publicar un comentario