una simple copia
de la mujer a quien
solía adorar.
Déjame ver tu rostro.
No me importa quien seas
al final terminaré
por llamarte
cómo la única.
Adriana pudo haberse marchado.
Sin embargi sigo viendo
su estúpido rostro
cada vez que cierro los ojos
e intento conciliar el sueño.
Núnca dejarás de ser su sombra.
Núnca serás más que un intento
para volver a encontrarme
cerca de lo que he perdido
pero eso no importa.
Tan sólo sigue moviendote.
Muestrame aquello que
te ha permitido ser
quien tan siquiera pretendes
llegar a sus talones.
Copia sus movimientos.
No me importa en realidad
cuál pueda ser tu nombre
sigo buscandola a ella
sin importme nada más.
Imagen generada por I.A.
https://dream.ai/create
No hay comentarios.:
Publicar un comentario