pero me dejaste caer al abismo
y no te importó.
Tuve que seguír rogando
por tu atención.
Ahora que no somos nada
puedo hacerte sentir el dolor.
Y es que no eres más que
una simple muñeca sexual
a quien todos fingen escuchar.
Puedo ser un ente insignificante
pero al menos tengo esta voz.
Soy yo el idiota
que quiso escucharte.
Pude verte retractarte
de tus absurdos caprichos
e intenté conmrenderte.
Ahora eres tan libre
para saber que eres idiota.
Nunca tuviste la necesidad
de prostituirte por tan poco.
Así que ahora dímo
cómo es que sigo esperando
a que vuelvas.
Imagen generada por I.A.
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