y yo ya que limpiado
todos mis pecados.
Puedes ver
la maldad interna
pero he expiado
mi culpa.
Ahora es cuando
me convierto en verdugo.
Ni el olvido
ni las camisas de fuerza
podrán contenerme.
Sabes que tengo
una carta bajo mis mangas
y tienes razón al decir que
esto te dolerá.
Sabes muy bien por qué
he venido por ti.
Después de todo has buscado
llamar mi atención
y ahora la tienes.
Será mejor
que comiences a correr
pues quiero divertirme
un poco más.
El momento llegará
inevitablemente.
Sólo importa
cuánto quiera
prolongar esto.
Verás que nunca
has tenido control alguno
puesto que soy
una consecuencia.
Tu ilusión te traiciona
y eso es delicioso.
Déjame ver
la miseria interna que
te hace respirar.
Disfraza tu dolor
con tanta putería
como quieras.
Eres tan cotidiana.
Imagen generada por I.A.
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