sábado, 20 de febrero de 2021

Un arma.

¿Qué puedo decir ahora?

He mentido tantas veces
que terminé olvidando
quien soy en realidad.

Aquellas memorias
a las que solía aferrarme
han desaparecido
por completo.

Desvanecidas en el viento.

No sabes cuanto tiempo
tuvo que pasar para poder
borrar mis recuerdos.

Aquel encanto tuyo
nunca perdió su efecto
y habrá de perseguirme
por toda la eternidad.

O al menos hasta el fin de los tiempos.

Tu nombre habrá
de quedar por siempre
impregnado.

Puedo ver tu rostro
sin tener idea alguna
de quien carajo eres
y estaré bien.

Te he visto merodear.

Envuelta en sombras
y un halo de misterio
cubriendo tu rostro.

No puedo evitar
volver al terrible tí
mientras un destello
trae consigo el dolor.

Acércate un poco más.

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