aquello a lo que normalmente suele llamarse
como una jodidisima esquizofrenia.
Vuelve a conectarte a mis venas.
Ya lo has hecho antes.
Desde tiempos inmemorables
conservo esta incesante jaqueca
que sólo tu dulce sangre calmará.
No es ninguna sorpresa qué tú
seas mi mayor obsesión.
Nunca nadie me ha importado
de la misma manera que tú
em aquellos lejanos y olvidados días.
Observa como los cielos se calcinan
en la más frenética devastación.
Por fortuna existe un destino peor
que estar cubierto en fuego fatuo
y esa será tu eterna sentencia.
Ábrete paso a través de las sombras
hasta ver el resplandor de una bengala.
Los cielos se teñirán de rojo escarlata
y en el fondo encontrarás mi silueta
esperando por tu inevitable regreso.
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