mi único credo em esta
existencia sin sentido ni gloria
a la que estoy encadenado.
Los sin rostro
recorren las entrañas
del caos primordial.
Sólo existen pocos
tan estúpidos e ingenuos
como para adentrarse
en la mente de un enfermo.
Todo es mentira.
No importa cuanto lo intenten
siempre encontraré una manera
para escapar de sus palabras
y volver a mi escancia.
Siempre he de contar
con alguna artimaña escondida
en esta sucia garganta.
Los continuos reproches
no significan nada para mi.
Después de todo ya estoy
demasiado acostumbrado.
Pero te tomaré la palabra.
Habré de marcharme
tan lejos como sea posible
a pesar de que puedas
tenerme encarcelado.
Cuento con que el tiempo
terminará mostrando
mis escamas y colmillos.
Lo único que me importaba
se ha marchitado por siempre
no tengo más remedio
que simplemente dormir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario