de turbias
e inconmensurables
carcajadas.
Otro eclipse
desata su furia.
No creí encontrar
a alguien tan patético
como para quebrarse
ante mis cicatrices.
Estremece mis sentidos
como el niño estúpido
de berrinche enardecido.
¿Por qué no habría
de terminar con tu vida?
Toma mi silencio
cual promesa
de fuego y azufre.
Deberías conocer
a quien fastidias.
Un sociópata enajenado
con historias perversas
e ídolos de pesadilla.
Haré volar tu mente
con los horrores
que asechan entre
tragedias y pesadillas.
No soy tan sólo otro bicho raro
al que puedas aplastar.
Sólo necesito un momento.
Así que por favor
no dejen de reír.
Hay pocas cosas que todavía
logran detenerme y aquel
repugnante sonido
hará que nada importe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario