martes, 12 de mayo de 2020

Necesidad.

Conjuramos
las obscuras obsesiones
que enloquecen
a una mente maldita.

Mi más grande error
me contó mi cuerpo y alma.

Ha sido desde entonces
que la rusalka
se muestra siempre
deambulando en mis sueños.

Supongo que
si he de morir ahogado.
Nadie mejor que tu.

Tomaste
un corazón moribundo
lo llenaste de electricidad
y tras unas cuantas convulsiones
abrí los ojos.

Pero ya era demasiado tarde
como para evitar los estragos.

Debo cargar con esta
eterna maldición incipiente
que estruja mis entrañas
al sentir la luz del sol.

Un dolor indescriptible
recorre cada fibra de mi cuerpo
y termino por ceder.

No puedo
permitirme la felicidad.
He roto demasiadas luciones
como para llegar
a pudrir mi cerebro.

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