domingo, 10 de mayo de 2020

Avispa.

Tu que me has visto
sobrevivir tantas veces
y que has llorado mi muerte
ciertos de veces más.

Vuelve a extender tus brazos
y recibe la ultima estocada.

No necesito tu ayuda
ni tu enternecedora calidez
que lo único que logran
es volverme débil.

Es lo que es y lo que es
y será por siempre una mierda.

Yo ya he dejado de buscar
razones para lo que sucede.
Simplemente aprendí a vivir
bajo las alcantarillas.

Habito una tierra sin nombre
y ajena a la realidad.

Mientras siga respirando
estaré esperando aquel día
en el que el tiempo al fin
me llevara a mi hogar.

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