martes, 26 de mayo de 2020

Nada cambia.

Los amplios prados
bajo la luz viviente
y cálida del sol.

Nunca serán
lugar para mi.

Sin importar
cuanto lo intente.
Levantar el vuelo
es imposible.

Las llamas ardientes
me hacen saber que al fin
estoy en casa.

Sólo entonces podré
volar a tu lado.

Pretender que nada
ha pasado y que estos años
no han sido nada más
que un terrible sueño.

Tan sólopor un momento
volveré a sentirme vivo
tras el gélido exilio.

Mis huesos quebradizos
y mi alma te pertenecen.

Conviértete en mi refugio
hasta que la luz se marche
y sea seguro deambular
sin camino ni nombre.

Puedo sentir como tus pasos
se acercan cada día más
y es por eso que estaré aquí,

Esperando el momento
en que vuelva a verte.

Después de todo eres
a quien le entregué mi vida
y no puedo ni quiero
retractarme esta vez.

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