En innegables pesadillas
me acerco cual presagio
de mil y un desgracias.
Como un mal recuerdo
o algún rincón sombrío.
Aquello que se esconde
entre llamas y escombros
Aquello que se esconde
entre llamas y escombros
y que muy pronto
te atrapará.
Mis pulmones colapsan.
Simplemente
no puedo cambiar.
He conocido la libertad
que se esconde
detrás de la intoxicación.
No hay nada en este mundo
que pueda satisfacer
las ansias carcomientes
Ya he sido sacrificado.
La confianza tuvo un precio
y sin embargo no me arrepiento
de ser un apostador.
Pocas cosas en esta vida
me hacen sentir tan vivo
como aquella ilusión
de control sobre mi destino.
Pero todo termina.
Una ciudad muerta
y un par de bocados insípidos
me esperan.
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