Atalaya.

Debe existir en algún lugar

muy lejos de esta ciudad

y las millones de voces que claman

por un rayo de sol.

Tan lejos del mundo

como me sea posible

donde nadie pueda quebrantar

aún más esta alma.

Donde el ruido de la ciudad

sea sólo un recuerdo lejano

y el cielo nocturno

emerja en todo su esplendor.

En aquel lugar olvidado

donde el ayer se convierte

en una simple alucinación

para terminar por desvanecerse.

En la eternidad.

No es un secreto
que cuento las horas
para que llegue
el ansiado momento
de volverte a encontrar.

Al terminar la música
deberé regresar
al fuego eterno.

Quisiera encontrar
la manera
de poder quedarme
un poco más.

Pero nadie negocia
con la dama pálida
y mucho menos yo
que he pasado
mi vida entera

Tratando de encontrarla.

Ilusión.

Una extraña figura

se apareció entre las sombras

con un tétrico mirar

que inspiraba terror

e infinita melancolía.

Un par de esferas al rojo vivo

brillaban en medio

de la inmensa penumbra.

Entonces me acerque a ella

sin apartar la mirada

de su tétrica presencia.

Caminaba lo mas lento

que me fuera posible.

Al haberme acercado demasiado

una voz grave, áspera

y completamente escalofriante.

Tras un rugido desgarrador

por fin me dirigió la palabra

mirándome directo a los ojos

Habría llegado la hora

de cobrarse mi alma.

Este es el precio

por haberme desecho

de mi humanidad.

Lo siento, debo marcharme.

Una navaja danzarina

resbala sobre mi piel

cortando mi sustento vital.

Cumpliendo mis deseos.

Brindándome el sueño eterno

y llevándome ante

mi verdadero destino.

Una mancha de sangre

forma el contorno

de mi cuerpo tumbado

sin aire y sin vida.

Derrochando mi sangre.

Contaminando este lugar

con mi nefasta esencia.

Un final inevitable

para alguien condenado

a permanecer en este mundo

y presenciar el amanecer.

Cortando todos los lazos

que me unen a esta vida

y mis venas también.

Eterna búsqueda.

No me importa

lo que puedas pensar

acerca de mi.

Estoy acostumbrado

al desprecio.

Pues soy un hombre 

bastante desesperado

en busca de si mismo.

Sé que tal vez

nunca encontraré

una respuesta

pero al menos

debo intentarlo.

No tiene sentido seguir 

con esta interminable cruzada

pero nunca me detendré.

Esta interminable

búsqueda de sentido

consumirá mi vida.

Estoy dispuesto

a pagar el precio.

Seguiré este camino

incluso si me lleva

a lo más profundo del Averno.

Reinicio.

Logré escapar del tiempo
al haber detenido mi pulso
sólo por un momento.

Vi a las sombras
acercarse lentamente
pero nunca
sentí miedo
ni siquiera
cuando las llaman
abrazaban mi cuerpo.

Conozco mi pésima suerte
sé muy bien que este
no será mi final.

Pues he emergido
de la obscuridad perpetua.
Ellos conocen
muy bien mi nombre
y como es que terminé aquí.

Madrugada.

Es cierto
que pude verte
en todo
tu esplendor.

Siendo siempre
tan poco discreta
al momento de escoger
una nueva victima.

Tras mirarte
un par de segundos
decidí no darte importancia
y beber
un trago mas.

El humo
del cigarrillo
se alza
y opaca
tu resplandor.

Una canción melancólica
calla el sonido
de tu voz
y me permite
perderme
en la inconsciencia.