Agujetas húmedas

Sol que bajas por las noches.

Coches iluminan los lares de alcohol.

Overol que trabajas sin reproches.

Amigos que vagan en las calles.

Pares y pares de enemigos.

Antiguos bares.

Mañana misma triste historia

podría levantarme con una lagaña…

Huraña puta llena de melancolía.

Días de sol y noches…

Atroces y muy muy estúpidas.

cervezas traen recuerdos atroces.

Olvidemos las poses y mentiras

irías otra noche a donde nos conocimos…

Somos mierda, pendejadas, tonterías.

Fácil es seguir la rutina absurda

abunda la gente senil.

Difícil es romper la soledad profunda.

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Velando

Los vidrios caen al piso

mestizo de figuras y colores híbridos…

Rotos cual corazón sumiso

en universo de bochornos.

Solamente se escuchan ecos

furiosos de aquel estúpido demente

instante a instante con negocios turbios,

sucios… su vida es tan triste.

Recuerdo haberlo visto sonriendo ayer

querer vivir riendo cómodo

estando en casa era bueno, se daba a querer.

Esta mañana roja finalizó su vivir

sentir tristeza no es forma de protesta

apesta no poder cambiarlo, no poderme ir.

Horas estúpidas (tal vez las últimas)

Perdido tiempo que te alejas

cargas contigo

podrido corazón de mis entrañas.

¿Amas lo que me has quitado?

La juventud es mía

miopía, astigmatismo y lentitud

el ataúd, mi cama algún día.

Siempre, palabra bonita.

Maldita irrealidad con molesto timbre…

Siempre, es algo bello color amatista.

Artista… olvidado por siempre.

Día con día me hago viejo

espejo cruel que trae melancolía.

Melodía suave cual piel de conejo.

Años que valen nada.

Amada, recuerdas cuando éramos niños…

Piñas, pasto y demás mamada.

Preocupada te veo, a través de estos paños.

Perdedor

Aquí en donde el sol nunca sale,
donde si se ve alguna luz
siempre tiene que ser artificial,
donde los árboles se encuentra siempre secos
como queriendo gritar…
Gritar de dolor, de agonía
o alguna otra pendejada.

He cambiado a mis amigos por unos tragos,
mi vida por otra herida
a mi mujer por unas cuantas drogas
y a mis sueños…
por una mirada a la ventana
que tiene escrita
una nota hacia mí.

Sargento, Teniente, Mayor… ¿Führer?

Hay un joven leyendo,
acerca de la revolución cubana.
Solicito permiso para disparar,
¡Señor!

Mis manos son rojas,
y tengo un nudo en la garganta
solicito permiso para llorar.
¡Señor!

Tengo sueño y mis párpados se cierran,
solicito permiso para dormir,
¡Señor!

He asesinado inocentes
y no puedo vivir con eso,
sólo seguía órdenes.
Solicito permiso para morir.
¡Señor!

Traficantes

Con diez mil pesos
Se compra la entrada
Al paraíso
¿A dónde más?
¿No me lo crees?
Pregúntale a su santidad.

El dinero compra la redención
y el asesino pobre
sólo merece el infierno.

Se vende fe y esperanza
como si fueran chicles,
sólo que un poco más caros.
Es un buen negocio, ¿no crees?
Qué narco ni qué nada
para qué traficar drogas
si puedes lucrar con fe y esperanza.

Desde un bautizo, boda
o incluso un funeral.
No hay respeto al ser humano
ya que son su rebaño,
en serio…
es el placebo perfecto.

(sin titulo)

Veo mientras estoy tirado en el pasto

un contaminado cielo gris.

¿Hermoso no?

A veces quisiera estar aquí todo el día.


Me levanto y sacudo los restos de hierba en mi ropa,

tomo un pequeño camión,

medio verde, medio azul.


Voy a casa pensando en mi vida

no sé qué hacer, no sé qué decir.


Hay tantas dudas que debo consultar con el excusado.


Salgo a la calle con ganas de correr

¿A dónde? No sé, la verdad,

si sólo tuviera dónde ir.

A dónde escapar.


Si sólo tuviera

un hogar / o un hangar.