justo en el mismo lugar
en el que me dejaste.
No sé si valga la pena.
He llegado al fin del mundo
con la sola intención
de poder llegar a olvidarte.
Y he fallado rotundamente.
Estoy condenado
a llevarte conmigo a pesar
de que eres mi perdición.
Debo de merecerlo.
Nunca he sido
lo suficientemente valiente
cómo para volver a tu vida.
Sé que soy indeseable.
Sin embargo, sabes que
nadie te ama tanto cómo yo
y haberme ido es la prueba.
Recuerda las rosas.
Ese mismo día supe que
debería hacer lo que fuera
mejor para ti.
Tuve que sacrificarme.
Y es por eso que ahora
tan sólo quisiera poder
estar en tu vida.
Siempre estaré contigo.
Siempre podrás volver
a dejarte caer sobre mi espalda
y no volveré a soltarte.
Ya he pagado por mis pecados.
Dime que es momento
para volver a intentar
nuestro sueño.
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