Nuevo despertar.

Ya lo veía venir.
Sólo hacen falta
un par de malos momentos
para hacerme sentir
la vieja necesidad.

No tengo más remedio
que volver al olvido
y nunca mirar atrás.

Ha pasado un largo tiempo
desde la última vez
en la que llegué a odiarme
con tan desmesura
y la historia se repite.

No sé cuanto podré
seguir soportando
el martirio incandescente.

Nunca fuiste la primera
en llegar a conocer
que tan bajo puedo caer
tampoco eres tan especial
como para ser la ultima.

Escusa.

Sabes que muero
por volver a ver
tu rostro suplicante
debajo de la lluvia.

De algún modo encontré
la manera de revivir
los buenos momentos.

Sólo tuve que morir
unas cuantas veces.

Para encontrar aquello
que los muertos suelen
añorar eternamente
y volver a respirar.

Por desgracia aquello
me ha costado demasiado
y en realidad no lo vale.

He sacrificado mi alma
con tal de haber vuelto.

Ahora me encuentro
en un plano al cual
nunca perteneceré
pero no me quejo.

Esta siempre ha sido
una historia sin un
asqueroso final feliz.

Todo bien.

Volvió a presentarse ante mi
aquella visión perdida.

El esqueleto hecho de gas
vuelve para presentar
sus condolencias.

Puede ver que tanto
me he destruido.

Al menos sigo
siendo un poco consiente
de mi terrible
imagen.

Supongo que
algo es algo.

Escupo un poco de sangre
e intento no caerme
o al menos eso pretendo.

Y bien, se acerca
mi hora final.

No tengo miedo
de lo que la muerte
pueda traer
consigo.

Resiente.

Puedo sentir
el frío de tu mirada
asechando
desde las sombras.

Declara tu odio.
Todo el mundo conoce
nuestra triste historia.bien sé que
merezco desaparecer.

Mis faltas son imperdonables
y no hay motivo alguno
para permitirme quedarme.

Sólo escúchame
por un par de minutos
y volverás a caer
en mi juego.

Sabes que no me interesa
lograr ser absuelto así que
deja de lanzarme tus plegarias.

No hay nada
que pueda llegar
a ser peor
que una mala copia.

Puedes robar mi nombre
pero nunca esperes
tomar mi esencia.

No mereces cargar
con este estigma
pues mi maldición
me costó el alma.

Corte.

         Mi fe decae
    y mi espíritus
            por fin
          se han quebrantado.

        El momento
  para hacer algo
              ha quedado atrás.

          Sólo puedo ver
      los espectros
            que asedian
      mis pesadillas.

         Vuelve a declarar
       y aquel asco que
 te provoca mi existencia

            Deja de decir
 que he sido injusto
       y ya he
       tenido suficiente
   
  Tu absurda arrogancia
    por fin ha logrado
   hacerme enfermar.

El silencio llora.

Al terminar el día
has vuelto a ser
sólo un astro distante.

Estoy demasiado lejos
como para reconocer
la sutil lluvia decembrina.

Sólo que únicamente alguien
que sea lo suficientemente
dócil y sin respeto propio.

Supongo que siempre habrá
alguien tan idiota como
para creer tu palabra.

Estoy encantado de saber cuanto
te importa que cumpla mi destino.
Ahora lárgate y nunca vuelvas.

Ya puedes descansar en paz
y nunca volver a esta tierra
que sólo ofrece desolación.

Resignado.

Ya deja de ocultarte

detrás de aquel miserable

que no tiene idea de cuanto

necesitas mantener tu mentira.

Puedo ayudarte

a escapar

Sólo debes

estar dispuesta

a dar un salto

al vacío.

Muéstrame tu debilidad.
Aquella que te convierte
en presa fácil y de la cual
siempre estarás tan orgullosa.

Es momento de brindarte
la dulce muerte.

Después de todo
eso es lo único que
podre hacer
por ti.