Desde lo alto.

Las gritas en el cielo
sólo significan que pronto
perderé la vida.

La bestia
debe ser liberada.

Pero todo estará bien
mientras la soledad
siga siendo mi única
compañía.

A menos que quieras
que cumpla aquella promesa
por poco olvidada.

Tal vez ahora
sea el momento adecuado.

Para tomar aquello
que siempre me prometiste
y juntos marcharnos
del mundo.

Justo como
lo planeamos aquel día.

El tiempo se detiene
una vez que has atravesado
el umbral obscuro.

Las luces deben perecer
para que perdure aquello
que se ha corrompido
a manos del odio.

Sólo entonces
la noche será perpetua.

Control.

Controlo tu pensamiento
al igual que tus sueños
e incluso tu destino.

No es nada nuevo
sólo se trata de mi
jugando con la luna y el sol.
El día y la noche.

No hay una gran distancia
entre la razón e Interzona.

Sólo basta con mirar
el miedo dentro de los ojos
de un reflejo imperfecto.

No necesito un arma
con tus propias manos
será más que suficiente
para acabar con tu vida.

Después de todo soy yo
quien mueve los hilos en realidad.

No necesito susurrar
para hacerte saber
que es lo que tienes que hacer.

Puedes intentar esconderte
pero sólo terminarás
corriendo en círculos
como siempre.

Péndulo.

No fue sencillo
pretender ser cruel
y reflejar desprecio
hacia ti.

Pero tenía que hacerlo.

No tenía opción.

No te pido
que me perdones
sólo que no puedo
con este peso.

No hay nada
como el sórdido sonido
de un alma rota.

Lamento si no soy
como se supone que debería.

Siempre he estado roto
pero al menos puedo hacer
que algunas estrellas
dejen de brillar.

Eso debería ser algo.

O al menos eso creo.

Inmune.

Creíste que tu palabra

valía algo para mi

y te atreviste a intentar

lavar mi cerebro.

Ni las palabras dulces

ni los electrochoques

pudieron hacerme olvidar.

Sabes bien lo que pienso

de escoria como tu.

Después de todo

fueron ustedes

quienes me orillaron

hacia el vacío.

Tal ves debería agradecerles

por hacerme inmune

a toda la mierda que suelen decir.

Puedo recordar que antes

de la terapia solía ser normal.

Y nunca volver.

Lejos del ruido y las luces

de la gran ciudad

pelo lo suficientemente cerca.

Bajo el cobijo

de la obscuridad

algo habrá 

de hacerme recobrar

el aliento.

Después de todo tengo

este extraño presentimiento.

Quisiera tener algo más

que sólo un alma rota

pero algo ha de valer.

Partiré al amanecer

esperando que la noche

me reciba con los brazos abiertos

a donde sea que me dirija.

O al menos espero que no sea

tan frenética como lo es aquí.

Ya no puedo soportar

los juegos de poder

y los gritos interminables.

Sólo necesito

que me digas que estarás ahí

aunque al final

termines dejándome sólo

como todos los demás.

Lo que el cielo olvidó.

Así que crees
que puedes pararte frente a mi
y contarme una historia
tan patética.

Cuando los vientos
soplan a mi favor.

Y sólo el tiempo
me distancia
de mi destino.

No hay manera en la que pueda
hacer que los últimos años
pasen desapercibidos.

Debe haber algo
que pueda hacer.

No importa
cuanto lo intentes
nunca lo lograrás.

Conozco todos
y cada uno de tus trucos
mientras que yo
tengo un par de ases.

Conduciéndome hacia
la eternidad.

No del todo.

Los días pasan en vano
y lo único que puedo hacer
es volverme viejo
y con pulmones de roca.

Mi cuerpo se convierte
en una cortina de sombras,

Un rayo cósmico
revela mis entrañas
para hacerme ver
que el tiempo se acaba.

Como si no lo supiera.

Enciendo otro cigarrillo
mientras que de fondo
suenan estridentes
gritos de ayuda.

Todos vivimos
en un infierno personal.
Lidia con eso.

No duermo durante la noche
pues sólo la luna
me hace sentir que
no estoy tan solo.