jueves, 6 de septiembre de 2018

Sin ver el sol.

Nací en tierras marchitas
despojado de destino.

He caminado toda mi vida
buscando ese horizonte
marcado por su sangrar.

En dulces sueños
y despertares de insomnio.

He visto emerger
dioses enfermos
sólo para caer en cobre fundido.

Condenado a buscar
hasta el fin de mis días.

Es la efímera aparición
de la musa del este
la que puede poner fin.

Tontos siglos en el abismo
han terminado conmigo.

Gélida caminata.

Desde el golpear del alba
entre los témpanos del destierro
cruje la vida latente
respiro, por primera vez
desde hace mucho.

A la orilla de la turbia marea
sin calor ni aliento
para cruzar el invierno.

Pierdo la razón
con el dulce sonido
de tu triste cantar.
Misteriosa melancolía
en la voz quebrada.

Dame un poco de ese dolor
de aquellas heridas
que nunca han de sanar.

Nada importa
sólo necesito una manta
y un cigarrillo
para seguir tus pasos
hasta no poder más.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Recorreré.

Al llegar a Interzona
con la arena golpeando mi rostro.
Destino
entrada a la eternidad.

Cuando llega la demencia
al final
de mi impío camino.

Puedes gritar todo lo que quieras
pero mírame
azotándome contra la pared
y dime:
"Todo estará bien"

Seguiré aquí
distante
demonio de la guarda.

Escucha la necesidad
aún sigo vivo.
Me he perdido demasiado
pero lo prometo
te seguiré hasta el final.

Cruse de caminos.

En tu taciturno andar
crees saber quien soy
esa sonrisa tuya
bastante delatadora.

Créeme
amaría
tener
donde 
regresar.

No hay salida
lo que he sacrificado
es asunto
entre Lucy y yo.

Quisiera
poder
alcanzarte
bajo
tierra.

Desde las cenizas
escombros del tiempo
la escoria
vuelve a nacer.

martes, 4 de septiembre de 2018

Dedicatoria hogareña.

No te vayas a ir

Sostendré tus penas con un suspiro de fuerza.
Mis latidos se escuchan para que pueda arruyar tu cansancio.

No me vayas a soltar.

Naciste de la fantasía atrapada en mi cabeza.
Deprisa, que la muerte viene de adentro.

Salta.

Toma mi alma, arranca de mi cuerpo todo rastro de ella, no puedo volver a usarla. esperaré bajo el puente donde los buenos tiempos por fin terminaron de desaparecer. Por fin puedo decir cuanto he desperdiciado mi vida persiguiendo el sueño inútil del calor que al alma aoje.A hora sólo queda dar el último salto hacia lo que se suele llamar el fin de los días.

Sólo por un instante pareciera que la vida tiene sentido, después, la nada es lo único que queda.Tantas horas desperdiciadas con sanadores del alma cuando sólo me queda caminar hacia el infierno en un grito de desesperación y sórdida melancolía.

Llegada.

       Viajo
     entre las noches
        cual sombra
   o impulso suicida.

Cuajo las heridas
que la media noche
ha de dejar atrás.

   Quemaduras
 de cigarrillo
    para sentirme
un poco vivo.

Dentro de la espesura
nadie puede verme
intentarlo otra vez.

    Oculto
  de los dioses
      malditos
   por el tiempo.

La peste se esparce
es la nueva era
de la putrefacción.