Júbilo.

Hay un tiempo para creer
hay otro para matar la esperanza
y decir "Adiós".

Mis garras aferradas
aúllan.

No puedo dejar atrás
El recuerdo aviva la herida
necesito el dolor.

Es simplemente el instinto
asesino.

Perdóname por ser este
ente nocturno devora pesadillas.
En verdad, lo siento.

La luna y su lamento llaman.
Despierta.

Abre los ojos
la sonrisa tiene que anunciarse.
Diierteme

Impulsa el odio.

"Mi amor eterno".

"Sálvame de mi dolor".

"Eres mi favorito".

"Ayúdame a seguir vivo".

El recuerdo se convierte en ira.

El tiempo no importa

el odio es mi voluntad.

¿No entiendes?

Vendí mi alma...

"Vida vacía".

"La fría luz de las miradas"

"Cariño, no debes temer"

"No caerás ante mi voluntad".

Eres un desperdicio.

¡Aléjate!

Descansa.

La más noble
vigía del sendero
letal compañía.

Promete matarme si fallo.

Incluso cuando
toda la luz se ha ido
escucho el eco
la voz misteriosa
susurra
"Espera".

Es la virtud andante.

"Es hora de que duermas
descansa
maldito suertudo".

Regreso
a las sombras que me vieron crecer
tardes deprimentes
y muerte viva.

¡Hazlo!

¡Hey!
¿Creíste que me importaba?
Pobre ilusa.

Lamento mi sabor amargo
lamento si te hace sentir mal.
Claro.
Me importas bastante.

¡No!
No quiero disculparme.
¡Desperdicio!

¿Puedes dejar de llorar?
Vive con tus errores
inútil
o simplemente, suicídate.

¡Hey!
Claro que te importaba ¿Eh?
Es demasiado tarde.

XVll

El pigmento celeste se niega a ceder sus colores,
Quiere jugar al crepúsculo.
Su berrinche provoca un tono rosado en su rostro,
la noche se resiste. Juega a callar.
Tal vez los romances al fin ganaron.
Mi reflejo fue hurtado,
escapó de mi en el primer suspiro
¿cómo reclamar?, ¿cómo hacer que vuelva?

Grito.

Sujeta mi cuello mientras rió
¿No ves que me importa un carajo?
El aire
los suspiros
hace mucho que no respiro.

Al caer bajo la hierba
bajo el conjuro
de la eterna
"somnolencia".

Los gusanos en el cerebro no se sienten tan mal.

Golpea todo lo que quieras
la risa del bastardo sin nombre no calla.
Las rocas
el fuego
dame sangre.

Perspectiva...

Entro a la obscuridad
más, densa
la ceguera tomó el rumbo
sólo hay aullidos fantasmales.

Hijos del Averno
seres condenados
engendros perdidos
¡Hermanos míos!

Demonios etéreos.
¡Señores!
¿Que puedo decir?

Sólo aquellos que han escuchado
el susurro de la dulce muerte
han de saber como no temer
ante el cruel abismo.