Conocí al señor "X" un dia en el que yo caminaba bajo la
lluvia, él estaba sentado bajo una lona... de esas que sirven para darle sombra
a los clientes de ciertos establecimientos. Como toda persona racional pensé
que simplemente estaba esperando a alguien, tal vez su hija, algo muy probable,
un hombre maduro con calvicie y unos muchos cabellos canosos. Sé que no se
trataba de un vagabundo por el simple hecho de que estaba limpio y
perfectamente rasurado aunque tambien pude pensar que se trataba de un
"teporocho" algo muy triste pero común de ver en esta mierda de
ciudad. Su postura era perfecta, su espalda completamente derecha, sus pies
firmes en la banqueta. "X" tenia una cara completamente fria , como
si tratase de ocultar todo sentimiento.
Ese dia hubo algo que me llamó de ese señor, no soy gay, fue como si se
tratase de algun gran sabio o quizá de algo un poco más obscuro. Una pequeña
introducción a la historia de mi amistad con "X". Si esto fuera una
caricatura este seria el momento en que empiza el opening...
Siempre sentado bajo la lona mira
hacia ningun lugar
"X"
no es su nombe, ni su apodo
él tiene
una historia...
y la quiero descubrir.
Me encontré caminando un dia frio de invierno, mirando hacia el cielo,
simplemente aburrido y en un gran conflicto con la monotonía. Sin previo aviso
me encontré frente a él... Se veia tan concentrado como siempre pero indudablemente
con un frio exagerado pues temblaba de una forma dolorosamente llamativa que me
hizo prestarle la gabardina que llevaba en ese momento por lo que al fin se me
dio la oportunidad de hablarle a ese gran sabio
-Tal vez, sea algo que no me importa pero ¿Tiene frio y no tiene un
sueter o algo? - Me vio con cara de sorpresa y por unos cuantos minutos nos
miramos de una forma muy "conectiva" como de pupilo a maestro o de
maestro a pupilo -Lo que importa no importa y lo importante muchas veces es una
burla... Sí, tengo frio- rompió el silencio con su voz seca, lúgubre y poco siniestra, de tosas las voces que yo
le hubiera podido dar, esa era la menos probable. Le presté mi gabardina y me
senté junto a él pretendiendo hablar de cualquier cosa, en sí él parecia ser
demasiado interesante. Yo por el contrario parecia no ser más que cualquier
idiota parado junto a él.. bueno sentado.
Le pregunté varias cosas como "Cuál es su nombre?" y toda la
gama de preguntas que se le hacen a alguien que acabas de conocer, le pregunté
por sus intereses, oficio, familia... todo, sin obtener una respuesta, ni
siquiera una palabra. Algo dentro de mi me forzó a quedarme a su lado por lo
que me senté junto a él en un silencio total y unicamente miraba a la gente
pasar, el monotono sonido de los pasos de la gente y el motor de los carros se
vio, no se si decir interrumpido, por una risa -Puedes llamarme "X",
pues soy un padre sin hijos, un hijo sin padres, un hermano sin hermanos, un
viejo sin edad... podria seguir pero mi garganta ha de estar ya muy oxidada.-
-Mucho gusto "X" mi nombre es "Y" porque al igual soy
nadie, si hoy muriese tal vez nadie lo notaría- cuando terminé de decir eso me
miró con ironia - ¿Tú tambien eres "Y"? El perrito que suele pasar a
jugar tambien se llama "Y", tal vez tú eres el perro con forma
humana- Soltó una carcajada seca, como la de un cadaver o alguien en proceso
-Muy bien "X" ahora iré a mi casa porque ver tanta gente me pone de
nervios- Asintió on la cabeza diciendo adiós y volvió a esa posición tan melancolica
que tenia desde siempre.
Caminando de regreso a casa recordé algo como si se tratase de alguna
estrella fugaz en mi mente, la estupida gabardina se me habia olvidado.. bueno
eso no es algo para morirse o para perder la calma, es cuestión de que lo vaya
a buscar y pedirsela... aunque es posible que siga con frio.
El dia siguiente me dirigí a tratar de filosofar con ese gran sabio.
mientras caminaba pensaba en todo lo que
podría hablar con él, la gente, psicología, filosofía, etc. Lo unico que deberia
evitar es su identidad... él se sentia muy incomodo con eso como si se
avergonzara de si mismo. Es un gran sabio alguna razón ha de tener.
Cuando llegué a ese lugar lo único que habia era un perro acostado, un
enorme perro mitad lobo acostado donde se supone estuviera mi amigo, me acerqué
a sentarme con la esperanza de que sus ojos, uno claro y uno obscuro, no me
vieran de forma amenazante, claro, y menos que me gruñera o en el peor de los
casos que esa gran bestia no arrojara sobre mi su negra constitución con fines
de agresión.
El perro no me atacó ni nada, lo que me sorprendió demasiado... al pasar
varias horas me atreví a dejar de lado mi temor y al menos acariciar al perro
por lo que o se me ocurrió nada mejor que - ¿"Y" eres tú? -el perro
me miró con ojos de confusión -Soy yo "Y" tenemos el mismo nombre ¿Podríamos
ser amigos? - el titán se abalanzó sobre mis piernas suplicando por una
caricia.
-Es raro no ver a “X” sentado aquí, espero que él se encuentre bien,
sabes, él es demasiado interesante, espero volver a hablar con “X”… Jaja, si le
dijera que es interesante, estoy muy seguro que diria algo como “Lo
interesante, siempre es interesante y cuando lo deja de ser… ¡Es interesante
que habrá hecho que lo dejara de ser”… ¿Eso sonó como algo que “X” diría?
El otro “Y” simplemente se resignó a dormir encima de mi, ¿Qué seria lo
que veia el sabio todos los dias? Es una lástima que no pueda ver o saber que
pasaba por su mente dia con dia mientras se perdia por horas en el vasto
espacio de una avenida vista a traves de un camellon…
Por varios meses mi curiosidad se fue calmando mientras veia aquel
inmenso mundo que se encontraba paradojicamente en un espacio tan reducido… al
termino de la apertura de la tienda de enfrente, una gran serenidad se
apoderara de mi sentir…lloré como un marica, la respuesta,la solucion y la
verdad. Se mostraron ante mis ojos y despues de limpiarme las lagrimas una niña
se aserco… tenia mi gabardina enrrollada con un liston y ese liston tenia una
carta-mi abueli le manda esto, dice que le agradece su paciensia-La niña me dio
el paquete y se fue lentamente, me puse la gabardina y abri la carta.
“Y”:
Lamento no haber platicar contigo, pero la vida es interesante y lo mas
interesante es cuando se acaba…Estoy arriegadamente asegurando que has visto la
verdad…ahora regresa a casa y recuerda…
Lo importante no importa y lo que es importante muchas veces es una
burla.
P.D: Lleva al otro “y” a casa, que es la tuya.
Con cariño
Fransisco Rojas Esquivel “X”