una realidad distinta
y esperas quedar
sin castigo.
Lo cierto
es que no podría
llegar a perdonarte
incluso si lo intentara.
Tiemblo con tan sólo
la idea de sentir la rabia
que existe entre nosotros.
El gran pastor se encarga de
hacer que la pequeña rata
dejara de temer.
Puedo recibir
a la muerte
con los brazos
completamente abiertos.
Eso es todo lo que
de verdad ha de importar
en esta vil existencia.
El inevitable deterioro
que trae consigo
el hecho de haber
vivido la muerte.
No hay nada más
refrescante que
detener tu corazón.
Una pequeña muerte
que me acerca
al inevitable
futuro que
nos aguarda.
El gran final
que merecemos
cuándo todo
se ha dicho.
Imagen generada por IA
https://dream.ai/create
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