y lo que me parece injusto
sigue generando aquellas llamas.
No me importa la desdicha
si con ello consigo lastimar
al autoritario de turno.
Sigo siendo el mismo catástrofe
que recorre tu conciencia y al cuál
sólo le importa una sola persona.
Recuerdo cómo solía recorrer
tu clítoris con la amarga dulzura
que por siempre recordaré.
Yo sé cómo hacer que
te retuerzas al punto de decirme
todo lo que has escondido.
La desdicha y miseria.
Los secretos inconfesables
que has de guardar.
Te odio lo suficiente
cómo para dedicarme
a hacerte sufrir.
De una u otra
manera lograré
que te arrepientas.
Quemaré tu alma
y restregaré mis bolas
sobre tu absurdo legado.
No puedes imaginarte
cómo es que me has dado
lo necesario para joderte.
Imagen generada por IA
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