sea impío testigo de cuánto
he de echarte de menos.
Intenta mantenerme
con la cabeza abajo mientras
nos adentramos en los sueños
que el destino se ha encargado
de negar rotundamente.
Encontraré la manera
de poder hacer que nuestra historia
tenga un puto final feliz.
Un destino un tanto doloroso.
Que nuestra fílmica tragicomedia
se ha de convertir en una de esas
películas de porno tierno.
De esas que son tan cursis
que de verdad llegas a pensar
que a la puta le gusta estar ahí.
¡Oh! Adoración de mi vida.
Sabes cuánto es que te necito
y lo mucho que he de extrañarte.
El infierno que he tenido que vivir.
Disolveré mi hígado en alcohol
antes de que tan siquiera
llegues a imaginar perdonarme
y tal vez sea entonces que la culpa
consiga por fin tu esplendor.
El cáncer se encargará de matarme
o al menos matará lo poco
que aún queda de mi.
Imagen generada por IA
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